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viernes, agosto 17, 2007

continuará...

...mientras mi mente intentaba ordenar cualquier tipo de pensamiento o razonamiento lógico que explique algo semejante la crisalida empieza a tener lo que parecen ser unas convulsiones cada vez más fuertes...ya no no podía retroceder más, mi espalda tocaba la puerta cerrada de mi habitación. Curiosamente salir corriendo fué lo único que no se me pasó por la cabeza, la curiosidad venció al miedo, tenía que saber más... ¿qué era eso? ¿había salido de dentro de mi como yo creía? tenía que encontrar las respuestas...

Antes de formularme la última de las preguntas mis manos ya estaban actuando solas, ayudando a romper el viscoso y negro capullo que rodeaba lo que parecía ser una forma humana...

Estana frío... congelado... las llemas de los dedos me dolían al tocarlo... pero eso no impidió que le ayudara a salir... quizás no debería haberlo hecho...

Fue como una de esas pesadillas de las que no sabes como despertar... tardé unos segundos en reconocerlo, supongo que por los nervios y por que quizás algo tan increible el cerebro debe tardar más en procesarlo de lo normal... frente a mi permanecia tendido yo mismo... una copia exacta de mi... me costaba respirar y el corazón me latía tanto que notaba en las sienes mis pulsaciones. Cuando se incorporó me caí al suelo de espaldas, apenas noté el dolor del golpe de mi trasero contra el suelo... Cuando abrió los ojos noté algo extraño. Ya no lo veia tan parecido a mi... evidentemente compartiamos físico, rasgos, ropa, peinado... pero no era yo... tenía la mirada perdida, muerta... como uno de esos muñecos de cera tan perfectos pero que notas que carecen de alma solo con mirarlos a la cara. Me incorporé como pude y cuando estábamos cara a cara extendió los brazos cogiendome la cabeza con ambas manos... apenas pude reaccionar... una vez me tuvo cogido ya no me podia mover, estaba paralizado y no era por miedo.

Comencé a oir una voz dentro de mi cabeza. No era esa voz que oimos cuando pensamos, tampoco era mi ego... estaba hablándome... a su manera...

Me explicó que era la representación física de todo mi dolor presente, de todo mi dolor pasado y de todo mi dolor futuro. Todo el rencor, el daño, los celos, la tristeza, toda causa de mal físico y psicológico hechos materia. Antes de que mi mente proyectara por completo el pensamiento de "no me lo creo" apretó sus manos con más fuerza y cientos de momentos dolorosos que había experimentado a lo largo de mi vida pasaron uno detrás de otro como si de una película se tratara por detrás de mi mirada... por suerte se detuvo antés de poder suplicar basta... le creí...

"Puedes deshacerte de mi para siempre en un instante o podemos volver a formar parte del mismo ser, tu decides." Entonces soltó mi cabeza... caí de rodillas... agotado... extendió sus manos y me dijo, esta vez con palabras que mis oidos pudieron oir: "Coge mi mano izquierda y serás libre. Coge mi mano derecha y volveremos a ser uno."

Cuando explico esta historia nadie me cree. Lógico. Pero hay dos tipos de incrédulos, los que no se creen que algo así me pasara y lo que no se pueden creer que escogiera la mano derecha...

Yo soy todo lo que me pasa. Soy mi risa, soy mis deseos, soy mis sueños, soy amor... pero también soy sufrimiento, soy lágrimas, soy tristeza, soy dolor... La vida no es vida sin todas las cosas que forman parte de ella. Para lo bueno y para lo malo soy como soy y le abro los brazos al dolor que venga para poder vencerlo, y le abro los brazos al amor que venga para poder quererlo...


Fin